Por un lado, deberíamos dejar de verle como un periodista objetivo y empezar a mirarle como un tecnófilo propagandista de las bondades de las nuevas tecnologías (biotecnología, nanotecnología, ciencias de la información,etc) con cierta afinidad hacia posturas defendidas por los neo-conservadores estadounidenses. Por eso no es de extrañar encontrar entre los invitados a su programa Redes a personajes como el ultra cristiano Dean Hamer el “descubridor” del “gen de la homosexualidad” y del “gen de Dios” heredado directamente por los cristianos de Jesús de Nazaret.
Pero su pasado es todavía más turbio. Desde 1969 hasta 1973 trabajo para el FMI en EEUU y Haití, apoyando la dictadura de “Papa Doc”. Posteriormente, volvió a España y entró en política durante la transición con UCD, luego CDS y terminó con CiU en 1989. En este periodo , no solo ayudó a afianzar el poder de la clase dominante en España con acuerdos como los “Pactos de la Moncloa” sino que también tuvo tiempo para construir la Europa totalitaria de la U.E. Como delegado en Polonia, apoyando el proceso neo-colonialista en los países del antiguo Bloque soviético.
Cuando al fin se retiro de la política, se dedicó a dar clases en centro privados de educación como ESADE y se fabricó un perfil público como “hombre de ciencia” consiguiendo gran popularidad con su programa televisivo.
En el fondo no es más que otro tecnoentusiasta, amante de la dominación humana y natural, que pretende hacernos creer que la ciencia es neutra, objetiva y que nos salvará de todo mal.
